La iniciativa legal recalca que «la principal actividad de los cines es la exhibición de películas”, asegurando que el alto precio que las confiterías de las salas cobran por sus productos es una “discriminación a las familias de menos recursos”.
Al respecto, Moreira sostuvo que “el sobreprecio que los cines cobran por una bebida o por un paquete de cabritas coarta la posibilidad de muchas familias de menos recursos de consumir alimentos durante el tiempo que dura la función. Eso es una actitud discriminatoria, sobre todo para esas personas que con esfuerzo llevan a sus hijos a las salas de cine para pasar un tiempo en familia”.
“Hay casos realmente abusivos, donde el precio que las confiterías de los cines cobran por una sola bebida supera los 4 mil pesos, discriminando así a muchas familias”, dijo.
Diputados proponen que salas de cine permitan ingreso con confites adquiridos fuera de sus locales
