[box type=»shadow» ]Si estás por viajar y por alguna razón no puedes esperarte a tu destino para estar en línea, aprende a cómo aprovechar al máximo el internet a bordo.[/box]
Y ya que hablamos de usar nuestros aparatos electrónicos mientras volamos, admitamos que el internet a bordo es costoso y lento. Ya sean dos horas en un avión o viajar de costa a costa, el estar desconectados es un ejercicio de auto control que no todos estamos dispuestos a hacer.Queremos acceso a internet y lo queremos ahora, no importa la altura.
Pero pese a que hay esfuerzos importantes para mejorar la calidad del WiFi aéreo, todavía falta tiempo para que estos cambios positivos comiencen a implementarse de manera homogénea. Por lo pronto,menos de la mitad de los vuelos en el Continente Americano cuentan con enlace a internet, siendo Delta el primer proveedor de servicio y en lo que la velocidad aumenta y la disponibilidad crece tenemos que conformarnos con una transmisión de datos que nos recuerda a los tiempos del dial-up.
Y ni hablemos del costo. Gogo, el mayor proveedor de WiFi a bordo cobra $14 dólares por un pase de día y $49 por un pase mensual. El alto precio se debe en parte a que al tener una capacidad limitada no se le puede dar servicio a todos: mientras más cueste menos personas querrán comprarlo. Y según la misma compañía, cada megabyte recibido mientras vuelas tiene un costo real de 20 centavos de dólar. Haz las cuentas.
Si aún así quieres estar en línea antes de llegar a tu destino, considera ciertos puntos:
- Paga por adelantado. Si planeas bien, podrás encontrar pases disponibles con descuentos dentro de tu aerolínea o el proveedor de WiFi. Por ejemplo, American Airlines ofrece 2 pases de día por $20 dólares.
- Engaña al sistema. Eso quizá se interprete para otra cosa pero en realidad es muy simple: Gogo y otros proveedores cobran dependiendo del aparato que utilices para acceder a la red WiFi. Así úsalo sólo en tus dispositivos móviles o instala el User Agent Switcher para Chrome o Firefox, para que tu computadora se comporte como un teléfono.
- Sé realista. ¿Netflix o Youtube? Olvídalo. Tampoco actualizar ninguna de tus aplicaciones, descargar la nueva versión de iOS mientras vuelas o hacer videoconferencia vía Skype. Desde que te conectas, el sistema amablemente te notificará que ninguno de estos servicios está disponible. Y no es porque el proveedor no quiera que te diviertas; el ancho de banda no puede con tales descargas, pues la mayor velocidad ahora disponible a bordo es de 9.8 mpbs. Divide esa velocidad por el número de usuarios que tienes y date una idea.
- Descarga tus archivos grandes y películas o series antes de partir. En cuanto intentes hacer una descarga grande, el sistema la detecta y automáticamente la detiene.
- Desactiva la transmisión de datos en segundo plano. Todas esas aplicaciones que actualizan sus datos sin necesidad de estar abiertas consumen ancho de banda. Desactiva estas características o mejor ejecuta una tarea a la vez.
- Elige un buen asiento. No sólo para tener siempre disponible un contacto eléctrico sino para colocarte cerca de la antena WiFi y ser menos propenso a sufrir interferencias; no hay mejor herramienta para esto que SeatGuru.
En resumen podría decir que, a menos que viajes una vez por semana y que te sea absolutamente indispensable estar disponible cada segundo de tu trayecto, puedes estar un par de horas sin conexión a internet. Es una buena oportunidad para regresar a ese libro que tienes pendiente o para convivir contigo mismo. No seré monje tibetano pero un tiempo reservado para ti mismo nunca te cae mal. Hasta que tengamos 50 mbps a bordo.
Vía Nómade
