Confesiones laborales: La familia nunca se abandona
Hace unos días leí un par de confesiones en que la pareja tenía algún tipo de d2presión o algún trastorno mental y me llamó la atención que muchos comentarios instaban a dejarlos porque no correspondía cargar esas mochilas y quiero contar mi historia.
Mujer, casi 38 años y en pareja hace 18. A esa edad ya estaba pasando por períodos de bajón, pero nada grave. Se fue acrecentando con el paso de los años. Fui al psiquiatra y estuve medicada bajo el diagnóstico de d2presión. Mis bajones están cada vez más fuertes y largos. Estuve viviendo un infierno por casi 1 año, en el que me subían las dosis de antidepresivos sin ver resultados. En este tiempo mi pareja estuvo a mi lado incluso los días en que no me levantaba, no comía, ni siquiera me preocupaba por mi higiene. Él llegaba y me alimentaba, me abrazaba, me entregaba amor, aún no entendiendo porqué no salía de ese hoyo profundo en el que estaba.
Para no hacerla más larga, el diagnóstico era erróneo, soy bipolar y llevo medicada 8 o 9 años y cada vez más estable y alcanzando metas que nunca pensé que las lograría.
No digo que tienen que deben aguantar tanto tiempo a una persona con algún diagnóstico mental, pero no se vayan a la primera. Sin el apoyo de mi marido (casados hace 5 años), no estaría viva. El me sostuvo, me apoyó, me ayudó, no se rindió a la primera. Llevamos una vida feliz juntos y cada uno por separado. Y le agradezco cada día que haya aparecido en mi vida y que el destino nos haya juntado.
