Confesiones Laborales: Volviendo a las pistas
Les quiero contar mi historia… En un mes más cumplo 50 años. Soy casada, tengo una hija, y me encontraba sin empleo formal desde fines del 2020. Entremedio me hice un emprendimiento que en pandemia dio bastante pero que ahora último me obligaba a sacar plata de los ahorros que tenía destinados para la universidad de mi hija para poder llegar a fin de mes. Afortunadamente mi esposo tiene un buen trabajo por lo que nunca nos faltó nada, pero yo debía hacer malabares para cubrir mi parte de los gastos, ya que pagamos todo a medias.
En todos estos años cesante nunca dejé de enviar currículums y de postular a todo lo que sabía hacer bien, tuve algunas entrevistas y en todas, pero en todas, mi único problema era la edad.
Debo reconocer que me rendí. Después de que todas las puertas se me cerraron por el único motivo que no podía cambiar, mandé todo a la cresta. Me apreté el cinturón lo más que pude y seguí dándole con mi emprendimiento esperando que la cosa mejorara, pero todos los días la angustia y la incertidumbre no me dejaban dormir.
Un día los astros se alinearon, el de arriba se apiadó de mí, no sé qué pasó. En enero me llegó un mensaje de una antigua jefa, estaba trabajando en una pequeña empresa y me preguntó si me gustaría volver a las pistas. Me invitó al proceso de postulación y recomendó mi trabajo a su jefatura. Cuando te dicen que ningún trabajo va a ir a tocar a tu puerta… bueno, eso mismo pasó conmigo.
Después de 3 entrevistas, de competir con otras candidatas y de un proceso larguísimo, mañana entro a trabajar después de 4 años sin ejercer. Me van a pagar lo que pedí y por fin en la parte económica voy a poder estar tranquila.
Estoy entre contenta y nerviosa, solo quiero hacerlo excelente y tener un trabajo estable por muchos años más. Ojalá que la ley de inclusión etárea sea pronto una realidad, para que muchas personas en mi situación obtengan el trabajo que se merecen. Con un poco de suerte todos llegaremos a viejos, somos un país que envejece, para los 50+ trabajar no debería ser un lujo sino que un derecho.
Deseénme suerte y muchas gracias por leer.
