Confesión laboral: Sin corrector
Tienen todas las herramientas tecnológicas literalmente en la mano, y aún siguen escribiendo con faltas de ortografía garrafales. No me refiero a detalles de gramática (antes que salga alguien a fijarse en algún error que pueda tener esta confesión), sino a escribir «aser», «sujerencia»… y tampoco apunto a esas personas que no tuvieron la suerte de acceder a una buena educación, sino que a «profesionales».
¿Qué nivel de desprecio al lenguaje debe haber como para ni siquiera pasar sus correos por el corrector ortográfico? Seguramente ahora saltarán algunos orgullosos de haber desperdiciado 12 años de colegio diciendo que es algo sin importancia.
Suerte con eso.
