En la película de comedia ‘Horrible Bosses’ (Jefes horribles), tres amigos planean la forma de deshacerse de sus jefes, hartos de la relación laboral que tienen con sus superiores. Fuera de la pantalla, quizá más de una vez has sentido la necesidad de encarar al jefe para expresarle tus inquietudes. Si tuvieras esa oportunidad ¿qué expresarías?
La sobrecarga laboral se ha convertido en una constante, y eso lleva a los empleados a pensar «ya no puedo más». Si no se tiene un canal de comunicación con el jefe, la relación se deteriora y el empleado termina por ser indiferente a los resultados de la empresa. «Es un punto de quiebre, ahí se termina por perder a muchos talentos», menciona la psicóloga laboral Martha Franco. A esa situación se agrega la personalidad de algunos jefes que puede resultar una «pesadilla».
Alison Green, autora del libro How to Get a Job, realizó diversas encuestas para su obra donde preguntó a empleados estadounidenses ¿cuál es el peor jefe? El primer lugar fue para una persona que realizó un ‘peculiar’ concurso para los colaboradores: quien adivinara cuál de sus compañeros sería despedido en las siguientes semanas, se llevaría 10 dólares. Otros encuestados describieron a un jefe que constantemente hacía «bromas» sobre la anorexia de sus colaboradores.
En la encuesta de Trabajando.com, del porcentaje que precisó «quiero ser como usted» o «lo quiero tanto», 61% mencionaría esa expresión porque su jefe «lo merece» y 39% porque su superior le cae muy bien.
Al preguntarles a este mismo grupo qué nota le pondrían a su jefe, el 28% de los mexicanos le asignaría un seis, mientras que el 24% lo calificarían con un cinco, 20% con un cuatro y 16% asignaría un tres. El 8% lo evaluaría con dos, y el 4% le daría uno de calificación.
Hay muchas razones que pueden llevar a malas relaciones en el trabajo, como chismes, rumores, presión de los superiores, problemas con los resultados finales y ego profesional, entre otros. La situación empeora cuando la mala relación es con el jefe.
Algunos, incluso parecen tener la capacidad de obstaculizar el trabajo y hacer que el entorno «se vuelva un infierno». Esa situación puede frenarse si empleados y superiores tienen una retroalimentación de cómo se están haciendo las cosas, indica Margarita Chico, directora corporativa de Trabajando.com México.
Franco sugiere que si a la persona le interesa hacer carrera en la organización, debe crear mecanismos para lidiar con el jefe, aun cuando no existe empatía para trabajar. Una opción es tratar de encontrar un interés común y abordar la relación con él o la jefa a través de ese punto. «Tener un terreno común ayuda a sobrellevar diferencias», mientras que iniciar una lucha de personalidades podría llevar al empleado a perder el empleo.
Y tú ¿qué le dirías a tu jefe? participa por una entrada doble al cine!
Fuente: Cnn Expansión 22 mayo 2012