Algunas emrpesas ya utilizan algoritmos para contratar a sus trabajadores, un proceso que deja de lado aspectos como la ética o la motivación.
Imagina que al llegar a una entrevista de trabajo, un sistema inteligente o un algoritmo se encarga de decidir si vas a ser el candidato ideal. Parece cosa del futuro, pero ya está pasando. Las compañías buscan que la automatización tienda a igualar las capacidades de quienes se enfrentan a una selección de personal. Un algoritmo elige el destino de los aspirantes a firmas estadounidenses como Gild, Entelo, Textio, Doxa o GapJumpers.
Estas máquinas trabajan con un software especializado al que se le han instalado unos parámetros de selección y unas palabras clave, que facilita la tarea del reclutador. Pero puede que este sistema provoque más disgustos que alegrías. “A día de hoy, se estima que un 75% de los candidatos a empleos cualificados son desestimados por dichos programas”, asegura Aziz Zaghnane, director de márketing de Lee Hecht Harrison. Este rechazo se debe a que las máquinas obvian aquellos aspectos que hacen referencia a lo emocional. Zaghnane recuerda que el factor humano es el que se pierde a la hora de contratar.
Máquinas que escogen al mejor candidato
Ventajas
- Ahorran tiempo en almacenamiento y en trámites administrativos.
- Transparencia en los criterios de selección.
- Facilidad para integrar los datos con otros sistemas, formando un gran repositorio.
- Parámetros de reclutamiento homogéneos.
- Eliminan los favoritismos y la discriminación de la selección de personal.
Inconvenientes
- Pérdida del factor humano, de la información emocional.
- No leen PDF, vídeos, ni gráficos.
- Tienen un alto coste inicial.
- Son difíciles de manejar y son necesarios nuevos profesionales con capacidades técnicas.