Confesiones laborales: #32132 Gracias abuela

Mi primer trabajo fue en una prestigiosa clínica, hace muuuchos años atrás.

Afuera siempre había un caballero en situación de calle. Pero me llamaba la atención que en general estaba limpio, con ropa nueva siempre, era hasta buen mozo el caballero, ojos azules y pelo blanquisimo. Siempre me llamaba la atención a la hora que yo llegaba la recepcionista le estaba dando desayuno, un termo con café, una taza, un sándwich y algo dulce y el se sentaba a comer afuera, a medio día la misma recepcionista le estaba dando almuerzo, y la recepcionista de la tarde- noche le daba otro termo con café y comida, me llamaba la atención que estas buenas mujeres gastarán plata y lo atendieran con tanta dedicación, así que a fin de mes en mi primer pago me acerque a una de ellas y le dije que yo quería cooperar en algo cada mes para las comidas del caballero, ella me dijo que no me preocupara que muchas gracias pero era el director de la clínica quién se hacía cargo de eso, ‘ es que es su papá’ me dice y me cuenta la historia.

Sucede que este caballero era el ex director de la clínica, pero se trastornó cuando en esa misma clínica su mujer falleció por causa de un accidente automovilístico, ese día ella iba a la clínica a buscarlo ya que saldrían a celebrar su aniversario. A la recepcionista se le llenan los ojos de lágrimas ‘eran una pareja tan linda, se amaban tanto, entraban de la mano, abrazados, se amaban mucho, fue horrible ver a ese hombre gritar y llorar acá cuando ella murió, no volvió a ser el mismo, a partir del otro día se empezó a parar afuera de la clínica a esperarla, hasta que se empezó a deteriorar, sus hijos trataron de ayudarlo, con psicólogos, psiquiatras, internarlo en una clínica psiquiátrica y no hubo caso, el no quería, cuando empezó de deteriorarce y a envejecer rápidamente intentaron internarlo en un hogar de ancianos, casi enloqueció más en ese encierro, agredió a sus cuidadores gritaba que su mujer llegaría a la clínica y no lo encontraría, se arrancó cada vez que intentaron internarlo, sus hijos se lo llevaban a sus casas y se arrancaba y llegaba a la clínica. Sus hijos corren con todos sus gastos de alimentación, médico, ropa, pero él no quiere salir de la entrada de la clínica, con la mirada perdida espera cada día a su mujer, en la noche su hijo que es el actual director lo entra, lo baña lo hace dormir en una habitación que hay para el acá en la clínica, a veces se queda a dormir con el pero los días que se va sale llorando de la clínica, al otro día lo levanta, lo baña, lo viste y lo deja en la entrada de la clínica, es lo mejor que pueden hacer por el’.

Una vez yo iba llegando y lo miro sus ojos azules se clavaron en mis ojos y me dice ‘ ha visto a la Menchita?’ Le dije que no y entre, Menchita era su mujer.

No supe nada más de el por que después me cambié de trabajo.

Hace una semana pase por ahí y el ya no estaba y entré, estaba las misma recepcionista, después de más de 10 años me reconoció y me saludo amablemente y con los ojos llenos de lágrimas me dijo ‘ vienes a preguntar por Don … ?? Murió hace 5 años, estábamos todos los más cercanos ahí con el, sus hijos, nietos, no sufrió mucho, en un momento abrió los ojos miro a la nada, sonrió y dijo Menchita llegaste!! Cerró los ojos y partió. Sus hijos el director a veces sale allá afuera a tomar un café sentado justo donde se sentaba el, a veces también almuerza ahí, llora y habla con el, estamos temiendo por su salud mental’

Esa noche llegué a mi casa abrace a mi abuela, ella me crio y di las gracias por tenerla con salud y con vida aún.

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