Cuando vemos avisos de trabajos y ofertas laborales, siempre agregan una breve descripción de lo que se espera de la personalidad de la persona que ocupará el cargo.
La mayoría de las veces buscan proactividad, creatividad y liderazgo para manejar grupos de personas. Sin embargo, cuando llega el momento de la entrevista, las palabras: Soy un buen líder o puedo convertirme fácilmente en líder, no son más que frases vacías que buscan sorprender al reclutador sin demostración alguna.
Si el reclutador es experimentado podrá fácilmente identificar, si lo que estás diciendo es verdad o lo estás inventando para quedarte con el cargo, ya que los relatos falsos carecen de detalles, de hechos aislados y cambian fácilmente de dirección y de argumentos.
¿Pero cómo poder demostrar, mediante las palabras, que puedes ser un buen líder, además de un buen elemento para la empresa?
Te lo explico, a continuación:
- Relata tus logros: Si quieres demostrar tu capacidad de liderazgo, cuenta los logros y resultados que obtuvo la empresa o un grupo a cargo gracias a tu gestión. Ahonda en detalles pequeños, como qué rol jugabas dentro del grupo, cómo pasaste a ser líder, qué tareas les encomendaste a los demás, cómo reaccionó el grupo o tu jefe.
- Demuestra equidad: Relata cómo te sientes con respecto a la igualdad entre funcionarios, jefes, hombres y mujeres, y cómo enfrentarías problemas de desigualdad laboral.
- Sé proactivo: Antes de acudir a la entrevista, haz un posible repaso de las falencias de la empresa y en qué se podría mejorar. Esto hará que el reclutador sepa que tienes buenas y frescas ideas para mejorar el negocio.
- Habla de oportunidades: Cuenta como te sientes con respecto a las oportunidades que debería tener un grupo de trabajo. Si deberían enfocarse a un mercado nuevo, si necesitan mayor libertad de acción, más oganizaión, etc.
- Escucha: Cuando el reclutador esté hab lando, no pienses en cómo te quedó la corbata o si los zapatos te están haciendo doler los pies. Escucha atentamente lo que te está diciendo y responde sin titubear. Un buen líder se muestra seguro.
- Transmite seguridad: No te cruces de brazos, ni de piernas, expláyate sin exagerar los relatos y las risas nerviosas. Siéntate erguido y conversa con naturalidad.
- Cuenta detalles: Recuerda que los relatos verídicos tienen detalles insignificantes, que no siempre aportan a la historia pero sí al contexto y a la veracidad de la misma. Cada vez que des un ejemplo, cuéntalo con detalles…