¿Cuántos y qué tipo de trabajadores abarca la industria del juguete?

Los juguetes son parte de nuestra vida. Y no sólo de nuestra infancia. Aquellos objetos de plástico o peluche destinados a entretenernos cuando éramos pequeños nos acompañan toda la vida. A menudo físicamente, para aquellos que los conservamos. Pero siempre en el recuerdo. Porque nos remiten a momentos, situaciones y emociones.

En la adultez podemos adquirir juguetes nuevos o vincularnos con los de los niños que nos rodean. Interactuamos con nuestros hijos, sobrinos, ahijados e hijos de amigos. Y con sus juguetes. Jugamos con ellos y por un momento somos niños otra vez. Durante un rato nos divertimos con un moderno baby yoda peluche. Como hace décadas lo hacíamos con su par de nuestra infancia.

Y ese sentimiento que depositamos en un juguete debemos agradecérselo a un sinfín de personas. A cientos de trabajadores que participan de su producción. Desde el diseño inicial hasta su comercialización. Desde el más simple boceto de baby yoda hasta el agente dedicado a su exportación. Cada escalón de la industria del juguete es fundamental para que ese objeto de disfrute llegue a nuestras manos.

La industria del juguete

Dentro del mercado del entretenimiento, la industria del juguete es muy compleja. En ella intervienen materiales brutos, componentes manufacturados y tareas de ensamble. Pero también redes de distribución e intercambios de importación y exportación entre países distantes. A modo de ejemplo, un baby yoda chile probablemente haya nacido en Asia.

Un juguete comienza con un dibujo que se materializa en diversas partes. Estas se ensamblan formando un objeto, estructura o muñeco. Y viajan de un país a otro. Gracias a esa cadena de producción podemos encontrarlos en cualquier lado. Podemos comprar un funko oferta en las góndolas y las tiendas online de cualquier juguetería.

Y esta cadena requiere de trabajadores de varios rubros. Muchos de ellos. En cada etapa participa una gran cantidad de personas que aportan sus conocimientos y capacidades. Para cumplir el objetivo de alcanzar el juguete final. Para dibujarlo, diseñar sus partes, producirlas y montarlas. Para importarlas o exportarlas como partes o como producto final, según el caso. Para publicitarlas, distribuirlas y comercializarlas en forma de funko.

En todo ese trayecto, la industria del juguete emplea millones de trabajadores. Y gracias a su capacidad de adaptación, sobrevive casi como ninguna otra a la adversidad. Los avances tecnológicos impactan fuerte y velozmente en el mercado del juguete. Personajes de la pantalla grande y la pantalla chica continúan materializándose en juguetes. Pero en esta era digital se les sumaron las figuras de internet y el mundo gaming.

Tuvo y tiene que competir con otros entretenimientos también ligados a la tecnología. Los videojuegos quizás sean su principal competidor y enemigo a vencer. No sólo en consolas si no en pc. Y cualquier artilugio de mercado es fundamental para pelear en esta batalla.

Una industria con variedad de productos

Según la Real Academia Español, un juguete es un “objeto con el que los niños juegan y desarrollan determinadas capacidades”. Un “objeto que sirve para entretenerse”. Pero, como dijimos, hoy no se acota sólo al mundo infantil. Ni a los humanos. Existen juegos para adultos y para mascotas. Y, dentro de ellos, una gran variedad de ellos.

La industria del juguete fabrica productos electrónicos y no electrónicos. Dentro de los primeros, hace muñecas y muñecos. Entre los que podemos mencionar los de plástico o goma, como los funko pop, y los de peluche. Pueden representar personajes reales, como jugadores de fútbol. O ficticios, como bebotes o personajes de películas animadas y video juegos. Y se producen en innumerables tamaños. Desde pocket hasta escala real.

Además, el sub rubro no electrónico incluye rompecabezas para todas las edades y diversa cantidad de piezas. Los juegos de encastre para la primera infancia. Juguetes coleccionables, como los adictivos, cabezones y ojudos funko Chile. Autitos, triciclos, bicicletas, motos y autos eléctricos tamaño niño, por mencionar algunos. En decir que es una industria que alcanza una amplia variedad de productos. Y todos dedicados a entretenernos. 

Los juguetes electrónicos o interactivos involucran sofisticados mecanismos. Que logran que una muñeca hable o se mueva. Que un autito de juguete se mueva como uno real.  Que un muñeco responda a estímulos o palabras. Son cada vez más complejos y, en consecuencia, implican investigaciones permanentes.

Las técnicas de producción y los materiales empleados

La industria del juguete emplea métodos de producción aplicados también en otras industrias. Cuando hablamos de plástico o goma, las formas y aspectos se logran con técnicas como el moldeado, el soplado y la inyección. Si nos referimos a muñecos de tela requieren trabajos de costura y rellenado. En ambos casos, se le aplica color. A veces con pistolas especiales. Otras, en productos más artesanales y únicos, a mano.

La etapa de ensamble, montaje o armado suele llevarse a cabo con sistemas informáticos. Máquinas asistidas por computadoras que permiten trabajos a gran escala con bajos costos. En cuanto a los materiales, son ellos los que suelen marcar una diferencia en la rentabilidad. Las materias primas más utilizadas son distintos tipos de plástico. Algunos derivados del petróleo y, en ocasiones, algunos metales y combinaciones de éstos.

Además de todo lo anterior, destinado a la forma del juguete, los electrónicos demandan cuestiones “interiores”. Se les incorporan componentes tecnológicos que permiten movimientos, sonidos y respuestas. Aquí radica quizás el desafío más importante de la industria. Las infancias están cada vez más estimuladas por los dispositivos tecnológicos. Y demandan similares características en los juguetes con los que interactúan a diario.

La empresa de investigación de mercado Informes de Expertos pone la importancia del rubro en números. En 2021, el mercado latinoamericano del juguete recaudo unos 3.360 millones de dólares. Y entre 2023 y 2028 espera un crecimiento del 9,20%. La compañía destaca especialmente el crecimiento en las ventas de los juguetes educativos e interactivos. La toma de conciencia creciente respecto de su importancia cognitiva. Y el consumo de modelos destinados a optimizar la salud infantil en ese sentido.