Dejarte solo o con un «intruso»: Las 7 nuevas «trampas» de los psicólogos en las entrevistas laborales

Enviar el curriculum vitae para optar a un trabajo es, quizás, lo más fácil de un proceso de postulación laboral.

Porque, si se avanza, se debe enfrentar la entrevista, que en general la realiza un reclutador de profesión psicólogo.

Y el mundo laboral actual, destacó el medio Perfil, “la entrevista laboral es más que un intercambio de preguntas y respuestas; es un acto de perspicacia psicológica y estrategia” para observar comportamientos, detectar patrones y, en última instancia, revelar la verdadera naturaleza de los candidatos.

Según un estudio de Harvard Business Review, más del 60% de los reclutadores consideran que las respuestas no verbales y las reacciones espontáneas de los candidatos “son más reveladoras que las respuestas preparadas”.

El mercado laboral está cada vez más competitivo y ante eso los entrevistadores recurren a métodos fuera de lo convencional “para diferenciar a quienes simplemente se han preparado de quienes poseen una autenticidad y adaptabilidad que los hace destacar”.

Las 7 nuevas “trampas” (o “trucos”) en las entrevistas laborales

1. El vaso de agua

Poner un vaso de agua frente al candidato podría parecer una cortesía, aunque para muchos reclutadores es “un microscopio de conducta”, apuntó Daniel Colombo, máster coach ejecutivo de CEOs y alta gerencia, en el medio Perfil.Evalúan si el candidato lo acepta, cuánto bebe y en qué momento.

En otros casos, colocan un jarro de agua más cerca del candidato al puesto laboral, con dos vasos; pueden solicitar o incitar a servir agua; y se evaluará si la persona se sirve solo para ella, para ambos, la firmeza con que toma el jarro y si bebe tímidamente o con confianza.

“Este pequeño acto puede revelar el nivel de nerviosismo, autocontrol, empatía con el otro, seguridad interior y atención a los detalles más triviales”, explicó Perfil.

2. “Un minuto, ahora vuelvo”

A mitad de la conversación, el reclutador se levanta inesperadamente y deja al postulante solo por unos minutos.

Esa pausa -aparentemente casual- es una prueba de paciencia y manejo de la incertidumbre.

“Observan si hojeas papeles, consultas el celular o simplemente esperas con calma. Cada reacción cuenta. Incluso, al regresar el entrevistador, estará atento a tu reacción: ¿le preguntas si está todo bien? ¿Te predispones a continuar con la entrevista con naturalidad?, ¿Has cambiado de lugar tus objetos personales o papeles?, entre otros comportamientos”, señaló Colombo.

3. El café inesperado

Otra táctica es que un reclutador puede ofrecer café en medio de una pregunta compleja o justo antes de un cambio de tema.

Ese movimiento abrupto está diseñado para evaluar cómo el postulante maneja interrupciones o distracciones, algo clave en entornos de alta presión.

En ocasiones, si la persona está avanzando bien en la entrevista, el reclutador puede invitarlo a ir juntos a servirse un café. Eso le servirá para que el postulante tenga un paneo de la empresa y su “backstage”, y, en ese recorrido, poder analizar mejor cómo se comporta, en qué detalles se fija, qué comentarios hace y hasta cómo saluda a una persona con la que se cruzan.

4. El silencio incómodo

“Después de responder una pregunta, el reclutador guarda silencio y te mira fijamente, extendiendo el momento más de lo necesario. Este vacío, calculado al milímetro, sirve para medir tu seguridad, autocontrol y capacidad de mantener la compostura”, indicó Colombo.

Y agregó: “Se acentúa este silencio con la mirada fija en tus ojos, porque la mayoría de las personas se incomodan cuando les interpelan de esta forma. Aspectos observables pueden ser si te quedas quieto, si te mueves, si bajas la mirada, si no sabes qué hacer con las manos, o si empiezas a hablar llenando el silencio”.

5. La introducción al caos

Un escritorio desordenado. Algunos entrevistadores deliberadamente organizan su espacio de trabajo como si una tormenta acabara de pasar.

Este entorno puede afectar a los candidatos metódicos, poniendo a prueba su capacidad para concentrarse en condiciones caóticas o inesperadas.

6. El cambio de rol inesperado

El entrevistador adopta de repente una postura crítica o distante, poniendo en duda cada una de las respuestas que emite el candidato.

Puede hasta ser fastidioso, sin perder amabilidad -aunque hay reclutadores que dejan mucho que desear en este punto-.

“Este giro dramático no es personal; es un método para evaluar cómo respondes a la adversidad y manejas las críticas”, sostuvo el máster coach ejecutivo de CEOs y alta gerencia en su análisis publicado en Perfil.

7. El test del grupo: un “intruso” en la sala

En algunas ocasiones, un colega del reclutador aparece inesperadamente para observar o hacer preguntas.

La dinámica cambia abruptamente; y ahí el entrevistador “está evaluando tu habilidad para manejar sorpresas y adaptarte a nuevas energías en un lugar”, explicó Colombo.

Por último, el experto comentó que una variante a todo lo anterior “es que te digan que en cualquier momento de la entrevista podría llegar quien sería tu jefe directo”.

Al pasar un rato aparece una persona, “que tú intuyes que podría ser esa persona”, añadió.Sin embargo, no lo es: es un subordinado o alguien más de reclutamiento.

“En esta situación se evalúa tu templanza, si muestras más entusiasmo cuando llega el supuesto jefe y tu comportamiento en ese escenario cambiante”, reveló Colombo.

Por todo, el experto subrayó que las entrevistas laborales son un espejo “que refleja más de lo que queremos mostrar”.

“Por eso es que estar preparado para lo inesperado es la mejor forma de tener más chances de éxito en el complejo arte de la entrevista laboral moderna”, concluyó.

Vía biobiochile.cl

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