La experiencia de la entrevista de trabajo es análoga a los tres tiempos de una buena comida, es decir si la entrada no resulta tan agradable, es posible que no tengamos las mejores expectativas con los platos subsiguientes. En la entrevista de trabajo tanto el postulante como el entrevistador tienen la oportunidad de obtener la mayor ventaja que ofrece el momento. Lo que no hay que responder sería aquello que no se pregunta (aunque suene obvio) dado que el entrevistador tomará en cuenta cada una de las palabras dichas y desde allí analizará lo no dicho para ahondar en aspectos más personales del entrevistado, así que una respuesta coherente, sucinta y pertinente a lo que se pregunta, dará cuenta de un profesional potencialmente elegible. En cuanto a Lo que no hay que hacer en una entrevista, en mi opinión muy particular, tiene que ver con mostrar “vender” un profesional que no se es, parafraseo lo mencionado por alguien “las personas no se venden sino que ofertan sus potencialidades (habilidades, destrezas, valores), mientras más modesto, transparente y seguro sea el discurso, mayor interés generará en el otro (entrevistador)”.
Algo de lo que siempre hay que estar atento en un mercado tan competitivo, es poder destacar entre un sinfín de candidatos postulando a una sola posición, pero no por esto hay que caer en el histrionismo, ni en la apropiación de personajes con los que pretendemos deslumbrar y más tarde decepcionar. Mi criterio para lo que sí hay que hacer es, ser espontáneo y creativo. Las preguntas típicas o estándar en las entrevistas están relacionadas con interrogantes abiertas que provean la información más amplia posible del entrevistado, usualmente se inicia con aspectos personales, luego los académicos, experiencia laboral y por último nos detenemos en profundizar motivaciones, expectativas y proyecciones del candidato respecto a la oferta, a la empresa y a su posibilidad de posicionarse en ella.
Pregunta clave: ¿Por qué consideras que eres la persona idónea para ocupar este cargo y cuál sería el aporte que esta empresa haría tanto a tu persona como a tu carrera profesional?
Lo más recomendado antes, durante y después de la entrevista, tienen que ver con: seguridad (confianza en sí mismo), conocimiento “real” de la oferta y la empresa a la que postula, conocimiento real de las potencialidades propias, manejo de la ansiedad que genera la espera, actitud optimista (esperar suceda lo mejor).
Por: Rut Bracamonte, psicoterapeuta grupal e institucional