Vía lahora.cl

Un inédito estudio sobre la belleza realizó la compañía de estudios de mercados Ipsos, el cual estableció que en general las personas le dan más importancia a las características de personalidad sobre los atributos físicos.
La encuesta consultó sobre ideales y valores de belleza, y se estableció que las personas hermosas son vistas como felices, amables y seguras.
La confianza, la amabilidad, la felicidad, la dignidad y la inteligencia se ubicaron entre los primeros cinco de los atributos que, según las personas, hacen que el sexo opuesto y el mismo sexo sean hermosos.
En nuestro país los hombres dan más relevancia a los atributos físicos de lo que las mujeres les dan. Pero en general, tienden a coincidir en relevar los atributos de personalidad sobre los físicos para referirse a la belleza de una persona.
Carolina Diaz-Vaz, client leader de Ipsos Chile, explicó que “los atributos que las chilenas asociaron con mayor fuerza a belleza fueron la dignidad y la confianza, un resultado tremendo e importante de visibilizar, pues derriba el prejuicio de la superficialidad de la belleza y pone también en evidencia el sentir y trasfondo feminista”.
“Por otra parte los resultados nos invitan a conversar y comprender este nuevo concepto de belleza más inclusiva, en línea con la valoración de la diversidad que estamos transitando”, agregó.
Valorización
Para José Antonio Román Brugnoli, Psicólogo y Dr. En Psicología Social de la UTEM, explica que “diferencias significativas en los resultados obtenidos por mujeres y varones frente a preguntas de este tipo, pueden ser consideradas un reflejo de la diferente manera en que mujeres y varones son socializados y de los distintos papeles sociales que se espera de ellos. Es decir, en primer lugar, los resultados nos hablarían de la presencia de una matriz binaria de género”.
Agrega que “tendencialmente, que las mujeres aprecien relativamente más que los varones, tanto para sí como para ellos, los atributos considerados más internos o valóricos, versus los más externos o físicos, nos puede hablar de dos cosas. Por una parte, de una constancia de cierta socialización de la mujer hacia la valorización de lo íntimo y al desempeño de un papel muy vinculado a los afectos. Pero también, podría indicar la presencia de un giro valorativo marcado por corrientes feministas o también de tipo más espiritualistas”.
De todas maneras agrega que “es importante que, respecto de la valorización de sí mismos, tanto mujeres como varones dan más peso relativo a este tipo de atributos más internos o espirituales”.